SAN FRANCISCO.- Fuertes vientos y fuertes lluvias de un poderoso “río atmosférico” azotaron California el jueves, dejando sin electricidad a decenas de miles de personas, provocando inundaciones repentinas y contribuyendo a la muerte de al menos dos personas, entre ellas un niño luego que un árbol cayó sobre su casa.
Las autoridades ordenaron evacuaciones en una zona costera de alto riesgo donde los deslaves mataron a 23 en 2018, al tiempo que una enorme tormenta se cernía sobre el estado el miércoles. Advirtieron a los residentes que se mantuvieran en sus casas ante la amenaza de carreteras inundadas, árboles derribados y otros riesgos.
Se trató del último de varios ríos atmosféricos —largas columnas de humedad que se extienden sobre el Pacífico— que azotan California. Este era un “Pineapple Express” que se originó cerca de Hawai y fue llevado hacia la costa oeste del país por un área giratoria de presión de aire que cae rápidamente conocida como “ciclón bomba”.
En el condado Sonoma, el jefe del Departamento de Bomberos voluntarios del poblado de Occidental, Ronald Lunardi, dijo que un niño que se cree que tenía menos de dos años murió el miércoles por la noche cuando un árbol cayó sobre una casa, publicó The Press Democrat. En Fairfield, una adolescente de 19 años murió luego que su vehículo fue arrasado en una carretera inundada antes de impactarse contra un poste de electricidad, publicó la policía en Facebook.
La tormenta arrojó lluvia en partes del área de la Bahía de San Francisco, en una región en que se emitieron avisos por inundaciones. En el sur de California, se preveía que el meteoro alcanzara su máxima intensidad durante la madrugada del jueves con los condados Santa Bárbara y Ventura como los más afectados, según los meteorólogos.
Prevemos que esta puede ser una de las series de tormentas más desafiantes e impactantes que hayan tocado tierra en California en los últimos cinco años”, afirmó Nancy Ward, directora de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California.
La alcaldesa de San Francisco, London Breed, explicó en una conferencia de prensa que la ciudad se estaba “preparando para una guerra”. Cuadrillas de operarios limpiaron desagües pluviales atascados, trataron de trasladar a las personas sin hogar a refugios y repartieron suministros de emergencia y ponchos a quienes se negaron a marcharse.
La ciudad distribuyó tantos sacos de arena a los residentes que los suministros se agotaron temporalmente. Los fuertes vientos, con rachas de 136 km/h (85 mph) o más obligaron a cancelar más de 70 vuelos en el Aeropuerto Internacional de San Francisco y derribaron árboles y cableado eléctrico.
Los bomberos rescataron a una familia tras la caída de un árbol sobre su auto y reportaron la caída de “grandes trozos de cristal” de la torre Fox Plaza, cerca del Centro Cívico, aunque no se registraron heridos. Es “muy posible” que los daños en el rascacielos estuvieran relacionados con el viento, tuiteó el departamento.