PARÍS.- Simone Biles conquistó su séptima medalla olímpica de oro al volar el sábado en la final del salto de potro en los Juegos de París.

La estadounidense de 27 años promedió 15.300 puntos con su clásica pirueta, la “Yurchenko double pike” para consagrarse por segunda vez en el evento, ocho años después de hacerlo en Río de Janeiro.

La brasileña Rebeca Andrade, quien escoltó a Biles en la final del concurso completo el jueves, se llevó la medalla de plata, apenas por delante de la estadounidense Jade Carey, quien atrapó el bronce.

Biles es la segunda mujer que se corona dos veces en el potro. La otra fue Vera Casalavska, quien encadenó los títulos en 1964 y 1968.

La victoria dejó a Biles con un gran total de 10 preseas olímpicas en su carrera, empatada por el tercer lugar en la historia de la gimnasia femenina. También incrementó a 40 su cosecha de medallas en competiciones internacionales de envergadura, la mayor cantidad conseguida por una gimnasta.

Biles podría aumentar ese total el lunes si termina entre las tres primeras en barra de equilibrio y ejercicio de piso.

El público que llenó la Arena de Bercy estalló en una ovación cuando se anunció a Biles. Ataviada en un leotardo rojo, la estadounidense brindó una nueva actuación para el recuerdo en lo que podría ser la última competencia de salto de su carrera.

Concretó su “Yurchenko double pike” luego de salir a toda velocidad hacia el trampolín, dando dos giros hacia atrás en posición con las manos sujetas detrás de las rodillas. Aterrizó con un gran rebote, cortesía de la energía que genera, y su pie derecho sobre la línea que delimita la zona.

Los jueces le restaron un punto por eso. No importó. Su registro de 15.700 significó que sólo necesitaba evitar una catástrofe en su segundo intento para llevarse la victoria. En su lugar, concretó un Cheng, el cual requiere una vuelta de carro hacia el trampolín, medio giro hacia el potro y luego giro y medio y una vuelta hacia el frente.

Por Jorge